en Perros
En estos días, cuando todavía no estamos en la canícula y ya “hace un calor de perros”, es irremediable soñar con un río, una playita o piscina donde poder pegarnos un buen chapuzón y nadar, cual peces en el agua, con nuestros queridos peludetes. Y, ¿qué mejor plan con este ardoroso tiempecito, que compartir con tu perro largos paseos y baños refrescantes?
Deja de sudar, porque te proponemos una larga lista de beneficios que la natación puede proporcionaros, desde los deportivos, hasta los terapéuticos, pasando por el ocio o el divertimento. A grandes rasgos, te avanzamos que, con la natación, tu perro va a realizar ejercicios sin impacto, fortalecerá su musculatura, desarrollará su flexibilidad y mejorará su resistencia.
Pero, sigue leyendo, porque aún hay más…
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1. Ideal para perder peso
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2. Fortalece músculos y huesos
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3. Seguridad en el agua
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4. Diversión a tope
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5. Mejora la coordinación de movimientos
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6. Capacidad pulmonar y corazón
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7. Combate la ansiedad y el estrés
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8. Hidroterapia para perros mayores
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9. Favorece la socialización
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10. Contraindicaciones
¿Tu perro tiene unos kilitos de más? Pues nada mejor que añadir a su dieta y a sus paseos diarios, unas cuantas zambullidas; verás como, poco a poco, con la natación quemará grasa acumulada y ganará en agilidad.
Igual que ocurre con las personas, el ejercicio regular de la natación le ayudará a tu can a fortalecer los músculos y huesos de su cuerpo.
Los ejercicios en el agua suponen, en ciertos casos, una rehabilitación indicada para perros con displasia -anomalía en el desarrollo de tejidos u órganos- o dolencias en las articulaciones.
Un perro que sabe nadar es un animal que se desenvolverá, de manera autosuficiente, dentro del agua y será capaz de afrontar cualquier incidente en este medio; lo verás disfrutar, con la tranquilidad de que tienes un perro que, aunque no sea un Michael Phelps, se mantendrá a flote y chapoteará a gusto.
Juntos, en la playa, río, lago o piscina, viviréis momentos divertidos e inolvidables. Para que así sea, recuerda seguir las medidas de seguridad indicadas en cada lugar.
Y no olvides llevar alguna pelota para lanzar al agua y hacer que tu perro vaya a por ella, estimulándolo en la natación.
Siempre se ha dicho que la natación es el deporte más completo que existe por sus múltiples beneficios, entre los que se encuentra la mejora de la coordinación. En los cachorros, el ejercicio dentro del agua les ayuda a desarrollar sus movimientos, en principio titubeantes.
Gracias al entrenamiento acuático, músculos, huesos y articulaciones van madurando y armonizándose en el transcurso de su crecimiento.
Al ser un ejercicio aeróbico, donde la respiración es fundamental, la práctica habitual de la natación mejora la capacidad pulmonar, estimula la circulación sanguínea y reduce el riesgo de sufrir trastornos cardiovasculares. Pero como en todo, también hay excepciones.
Recordemos que no todos los perros se desenvuelven bien en el agua. Algunos, como los bulldog, suelen hundirse debido a su peso y morfología; esta raza necesitará contar con el soporte de un salvavidas y la atenta supervisión del cuidador.
Esa sensación tan agradable que todos conocemos y que se tiene al entrar en el agua y nadar libremente, jugar, interactuar con otros… puede convertirse en una herramienta eficaz para combatir los estados ansiosos de tu perro.
Asimismo, calma el estrés, y esto es muy recomendable para perros que muestran trastornos comportamentales.
Una de las principales ventajas de la hidroterapia es que se estimulan los músculos, sin soportar el peso del cuerpo. Principalmente en perros mayores, cada vez son más frecuentes las terapias acuáticas, que favorecen la movilidad, en casos de deterioro muscular, o para conseguir la recuperación postquirúrgica.
La levedad que proporciona el agua es un factor muy beneficioso para los perros que han sido operados. A estos canes, no les conviene realizar movimientos bruscos y pesados, ya que sería contraproducente para su delicada recuperación.
En la hidroterapia que se realiza en una piscina, el perro suele ir ayudado con un chaleco y tutelado por un terapeuta.
“La natación es equivalente a realizar cuatro veces el ejercicio sobre tierra,
o lo que es lo mismo, diez minutos nadando equivalen a cuarenta corriendo”
Por si te han parecido pocos los motivos para animarte a nadar con tu perro, está el beneficio de la socialización. Sí, porque, el hecho de estar juntos en un medio tan grato, mejorar, si cabe, la relación entre ambos.
¿Es un poquito tímido tu can? Entonces, entre juegos y zambullidas, encontrará otros colegas con los que explayarse sin darse ni cuenta.
La hidroterapia también tiene contraindicaciones, por lo que puede ser desaconsejable en animales con cardiopatías, lesiones cervicales, heridas, infecciones o úlceras.
Ante cualquier duda que tengas sobre el tema de hoy, o si deseas contactar con el centro más adecuado para llevar a tu can a realizar ejercicios dentro del agua, lo mejor es que lo consultes con tu veterinario, quien te asesorará sobre las mejores opciones que considere para tu perro.
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