Manuela tenía una pareja de samoyedos pero el año pasado murió el macho. Para que la hembra, que tiene 16 años, no se quedara sola decidió adoptar uno.
La afortunada fue una perrita border collie de 5 años. Es una perra muy buena, pero no deja que Lara, la samoyedo, se acerque a Manuela: le corta el paso, la gruñe… pero el detalle es que después no pueden estar separadas.
Pablo Hernández, veterinario especializado en etología, le explica en Como el perro y el gato que esto es frecuente entre perros del mismo sexo. Además si Lara es mayor, la pobre tiene todas las de perder así que Manuela debe aprovechar los momentos en los que la border no esté para darle cariño y juegos a la samoyedo. Y, por supuesto, vigilar que esto no vaya a más si no, habría que ponerse en manos de un experto en comportamiento que siga el caso detenidamente.