¡No por dios!, ¡otra vez no!…. encima se lo ha hecho en la alfombra del salón, ¡mira que tiene casa para mearse, y otra vez, otra vez…….. ¡En la alfombra del salón!
¿Cuántas veces quejas similares a esta rompen el silencio de los hogares con mascota? ¿Por qué nuestra mascota se ha hecho pis? ¿Por qué en el mismo sitio? ¿Por qué?
Descartando los periodos de aprendizaje en los que el cachorro tarda un tiempo en establecer donde esta su w.c. Y descartando también ciertas ocasiones en las que el animal no logra controlar sus esfínteres en momentos de alegría (también en animales jóvenes), debemos pensar que casi todas las apariciones de orina en el hogar serán debidas a un problema (fisiológico o “psicológico”) y no a la “humanizada” idea: ¡¡nuestro animal es un guarro!!
Nuestra mascota es sin duda limpia por naturaleza, no le apetece manchar fuera de los territorios que asigna y se le asignan para sus perrunos alivios, por lo que como hemos comentado y es posible que repitamos hasta la saciedad, cuando un perro hace sus necesidades “fuera del tiesto”, ¡¡alerta!!, pongamos manos a la obra y busquemos el origen del problema.
Desde alteraciones del comportamiento hasta problemas orgánicos de distinta intensidad y gravedad, nuestras mascotas tienen bastantes razones para justificar esa molesta “meadita” en el lugar mas inoportuno.
¿PROBLEMAS?¿QUÉ PROBLEMAS?
Como en muchas ocasiones, seria prácticamente imposible citar todos los casos en los que nuestros amigos tienen dificultades para controlar su vejiga, pero intentaremos comentar los casos mas frecuentes:
Problemas de comportamiento:
La evacuación de orina en ausencia del propietario es por desgracia un problema bastante frecuente. Si nuestra mascota debe quedarse sola durante largas horas será más lógico que cuando nos vayamos de casa nuestro animal tenga la vejiga y el estomago vacío por lo que adecuaremos las comidas a horas en las que tras administrarlas podamos dar un gratificante paseo al animal y posteriormente (y no de forma inmediata) dejarlo, “libre de polvo y paja” en el calor del hogar.
También debemos tener muy presente que el mas que utilizado sistema de dejar confinado al animal en un pequeño espacio del hogar cuando nos vamos de casa, no hace mas que aumentar la posibilidad de micciones indeseadas por aumentarse el estado de ansiedad.
En caso de que el animal orine en presencia del propietario supone una directa sospecha de patología orgánica o una demostración al propietario de que no ha enseñado correctamente a su mascota y le ha permitido esa u otras inadecuadas conductas.
Tratamiento: como siempre bajo supervisión del profesional y más en estos casos, que suele ser habitual la combinación de fármacos con terapias de comportamiento:
Fármacos: diversos compuestos que controlan los síntomas de ansiedad, insistimos que , como en el caso de la medicina humana, este tipo de productos solo deben utilizarse bajo prescripción y supervisión del profesional.
Terapias de comportamiento:
. Cambio de rituales de salida: de la despedida efusiva a la ignorancia y no despedida del animal, unos veinte minutos antes. Los mensajes de cariño en ese momento son el punto de partida de la ansiedad por separación de su mascota, el animal “es consciente” con esas señales de su inevitable y muy próxima soledad.
. Cambio de rituales de llegada: cuando un animal padece ansiedad por separación, la reciprocidad afectiva de su propietario no hace mas que reforzar el problema. La solución pasa por una llegada al hogar con actitud indiferente y sin respuesta a la efusividad del animal hasta que este se calme por completo.
. Evitar el hiperapego: eso es lo que deberíamos hacer, prevenir que nuestro animal de compañía se crea nuestra segunda piel, puede ser razón para los destrozos en casa, los pises, los ladridos en soledad,…
Para romper esta situación de hiperapego deberemos rechazar durante un tiempo las interacciones afectivas que nuestro amigo nos proponga ¿terrible no? Pues no es terrible es necesario y en muchas ocasiones forma parte del tratamiento del animal con ansiedad por separación.
En lineas generales estas son las armas que posee un profesional especializado en comportamiento para
atacar el problema, bueno… Falta una arma importantísima en cualquier tratamiento: el propietario.
Por desgracia, en este como en otros casos, existen propietarios que por diversas razones no aceptan de buen grado los consejos del profesional y en el caso de las terapias de comportamiento se da frecuentemente el caso del propietario que piensa que todas estas actuaciones recomendadas por el profesional acabaran con la excelente relación entre el y su mejor amigo.
Problemas fisiológicos
Partiendo del concepto: la urinación (orinar, hacer pi-pi, aguas menores,…) Es el acto fisiológico , normal y
natural de vaciar la vejiga expulsando la orina a través de la uretra, conociendo que este acto esta controlado por el sistema nervioso (sistema nervioso autónomo) que actúa sobre los músculos lisos de la vejiga y sabiendo que ademas también se controla mediante la voluntad del animal, podemos definir los siguientes problemas:
– Incontinencia urinaria: falta de control voluntario sobre la salida de la orina.
– Enuresis: incontinencia urinaria mientras el animal esta dormido.
– Nicturia: urgencia o necesidad de orinar durante la noche.
– Disuria: urinación anormal (aumento de frecuencia, dificultad al orinar,…).
Causas:
Problemas neurogénicos:
Generalmente por problemas neurológicos (sistema nervioso) que bloquean el control voluntario de la micción. Entre los principales problemas neurológicos están las patologías en la región lumbosacra de la columna (hernias discales, traumatismos, tumores, infecciones,…) Y alteraciones graves de cerebro y cerebelo (tumores y traumatismos).
Problemas no neurogénicos:
. Causas congénitas: la más común es el uréter ectópico (uréter “fuera de sitio”), suele aparecer en perras jóvenes.
. Enfermedades inflamatorias: cistitis (inflamación de la vejiga), uretritis (inflamación de la uretra), urolitiasis (cálculos y cristales en el aparato genitourinario), prostatitis (inflamación de la próstata,… Son causas frecuentes de alteraciones en la micción.
. Incapacidad del esfinter: principal causa de alteración en la micción en adultos y muy frecuente en hembras esterilizadas. Esta incapacidad suele verse aumentada en animales obesos.
. Lesiones adquiridas: traumatismos, postoperatorios en la zona, tumores, pólipos,…
. Enfermedades sistémicas: diabetes,enfermedad renal, hiperadrenocorticismo,…
Complicaciones de la incontinencia:
La principal complicación es la infección; la mayoría de las causas que alteran la micción normal provocan una bajada de defensas y una infección secundaria de las vías urinarias.
Aunque la infección es también una causa principal de incontinencia suele ser mas frecuente su aparición como complicación secundaria que como problema inicial.
Los animales incontinentes suelen ensuciarse con su orina lo que provoca alteraciones dermatológicas como erupciones, úlceras de decubito,… ; estas complicaciones, si no encuentran una rápida solución, suelen ser el origen de la petición de eutanasia del animal por parte del propietario.
Diagnóstico:
Se realiza un examen físico general con especial atención al sistema urogenital y al sistema nervioso; también se realiza analítica sanguínea y urinaria completa, radiología del aparato genitourinario y del sistema nervioso (principalmente columna), ecografía, resonancia magnética,…
Tratamiento:
Antes de tratar a un animal con problemas de incontinencia debemos tener presente que no siempre se consigue un restablecimiento de la función normal en el tiempo deseado, y que el principal interés, aparte de la vuelta a la normalidad, es la prevención de las complicaciones.
El tratamiento médico (antibiótico, dietético,…) o el quirúrgico son las vías de solución a los variados problemas orgánicos que alteran la función normal de la urinación.
En general existen buenas expectativas de curación salvo en incontinencias neurogénicas por lesiones encefálicas o medulares graves.