¿Por qué pueden volar las aves?

24 Abr ¿Por qué pueden volar las aves?

¿Quién no ha soñado alguna vez con poder volar? Desde el principio de los tiempos hemos admirado la capacidad de las aves para poder surcar los cielos y desplazarse con sus alas a cualquier lugar sin necesidad de comprar unos billetes de avión.

Como es domingo, y nos ponemos más filósofos, hemos querido descubrir cuales son las características que permiten a las aves volar, y gracias a nuestros amigos de Más de uno, de Onda Cero, lo hemos descubierto:

La creencia popular es que pueden volar gracias a sus alas y plumas pero esto no esa así. Por supuesto que ayudan pero en realidad tienen en esta capacidad por las características que te contamos:

Han tenido que reducir su peso a lo mínimo posible. Por ejemplo, el buitre negro que mide casi tres metros de punta a punta, ¡pesa solamente 10 kilos! ¿Cómo han conseguido esta evolución? Entre otras cosas prescindiendo de los dientes.

Pero no solo de estos, mediante control hormonal hacen “desaparecer” ciertos órganos. Os explicamos bien porque esto es alucinante: la época de reproducción suele ser en la primavera, ¿para qué estar cargando de los órganos reproductores el resto del año? Sorprendentemente, bajo ese control hormonal, cuando llega la primavera, los machos activan el desarrollo de los testículos y las hembras el del ovario (ya que solo tienen el izquierdo, también para ahorrar peso) aumentando en 10.000 el tamaño de los mismos.

Pero lo que más pesa del cuerpo son los huesos. Nuestras queridas aves tienen los huesos huecos. Los más largos, como el fémur o el húmero ¡están rellenos de aire! que está directamente conectado a los pulmones. Usan esta función como lo hace un gaitero: cuando inhalan aire lo llevan a unos sacos desde los que van dosificando el aire que pasa por los pulmones. Esto permite un abastecimiento continuo y racionado de aire.

Por otro lado, las costillas tienen unos salientes que hacen tope para evitar que las pechugas, esos músculos de las alas, aplasten la cavidad torácica debido a la gran fuerza que hacen para volar.

Los hombros tienen un gran protagonismo en el momento del vuelo, cuando están en el aire el mayor peso se lo llevan estas articulaciones así que han tenido que reforzarlas al máximo. La evolución de las aves les ha llevado a desarrollar un tercer hueso en esa zona. A parte de la clavícula y el omoplato tienen un hueso que une el esternon con el hombro llamado coracoides.

Además, las aves han desviado su centro de gravedad a la zona de los hombros, pero esto tiene un problema, al posarse tienen que andar de una manera curiosa porque, para no caerse, el fémur se pega mucho al cuerpo. Lo que actúa como nuestra cadera es la rodilla.

Otra forma de ahorrar peso es fusionando huesos y prescindiendo de los músculos asociados a las articulaciones.

Por lo que ves, nuestros colegas alados han tenido una evolución increíble, así que se merecen que les ayudemos desde casa por ejemplo poniendo nidos en nuestro jardín o alimento en rincones del parque para que tengan comida a su paso por tu ciudad hacia el lugar en el que se asentarán en los meses de buen tiempo.

Esta claro que aunque lo hemos intentado desde hace siglos y siglos, nuestro cuerpo no tiene la estructura necesaria para poder volar como nuestras queridas aves, lo de Superman ya es otro cantar…