Causas
Podemos separar las causas en:
· Sociales. Con sociales nos referimos a todos aquellos cambios en el entorno del animal que provocan que su rutina se ve rota y aquellos momentos en los que el gato no siente que controla la situación. Por ejemplo: una mudanza, la llegada de una nueva mascota, visitas al veterinario, nacimiento de un bebé, visitas extrañas, fallecimiento de su amo, viajes prolongados, mala relación con algún integrante de la familia, ruidos fuertes o inesperados…
· Salud. Las causas que tienen que ver con alguna enfermedad le alterarán la tranquilidad (como a todos): muchas patologías, obesidad, parásitos, procedimientos quirúrgicos, etc. Siempre es conveniente consultar al profesional si la causa del malestar del gato no es producida por una molestia ocasionada por una enfermedad u otro trastorno de tipo orgánico, una vez descartada estas posibilidades se determinará que el problema es comporta mental.
Signos del estrés
Muchos de los síntomas son evidentes y nos llevarán pronto a pensar que nuestro felino está nervioso, pero vamos a enumerarlos: agitación, dilatación pupilar, posición enroscada, pérdida de pelo, higiene excesiva (dermatitis sicogénica), agresividad, marcación de territorio dentro de la casa o que haga sus necesidades fuera de la bandeja.
En algunas razas como el siamés y el birmano, pueden morder en forma obsesiva lana u otro tipo de tejidos.
Recuerda que un felino también puede cambiar de comportamiento por aburrimiento y presentar signos de estrés.
Formas de prevenirlo
Lugar de retiro. Cuando se presenta una situación ruidosa en tu casa como que recibes visitas, hay niños jugando, estás de obras o, por ejemplo, haces cambios en tus muebles es bueno que tu animal tenga su refugio, una lugar dónde esconderse y en la que sentirse seguro. En realidad no le vale solo para esos momentos, a los felinos les gusta estar solos en ciertos momentos del día y el lugar idóneo es aquel que esté protegido, apartado de todo ruido y en una posición alta, desde la que pueda observar todo en posición “dominante”.
Juguetes. En cualquier caso el juego ayuda a liberar energía, a mantener la mente ocupada y contar con su juguete favorito en los momentos de ansiedad le ayudará a centrarse solo en ese objeto. Cuando creas que va a vivir un momento de estrés y nerviosismo proporcionale juego o ponle algún juguete en su refugio. Además, que el juego sea contigo le ayudará a sentirse más seguro.
Rascadores. Los rascadores, a parte de ayudarles a afilar sus uñas, son un buen objeto desestresante. Reducirá su estrés porque rascar este producto le brinda sensación de placer. Existen algunos rascadores que tienen Catnip que aumentarán la sensación de bienestar.
Transportín aislado. Si tu minino siente mucho estrés cuando le transportas al veterinario o hacéis algún viaje deberás conseguir que este espacio esté aislado de ruido y luz, para esto, coloca toallas dentro de su transportín ocupando los laterales y pon otra toalla, paño o una tela que ocupe la superficie del transportín.
Profesional. Si tu gato no cambia de comportamiento aunque tu pongas en práctica todas tus artes es hora de pedir la ayuda de un experto. El etólogo (experto en comportamiento animal) buscará una solución al problema y se complementará con la administración de fármacos que variarán según la razón del estrés.
Nuestros gatos se estresan con facilidad cuando la calma y rutina de su hogar se rompe por alguna razón. Hoy vamos a conocer las razones, los signos que evidencian que tu animal está estresado y cómo vamos a prevenirlo.
