El yorkshire terrier es una raza con entidad propia, muy popular por su imponente carácter, valentía y pequeño tamaño. Dadas sus peculiaridades, precisa de unas atenciones especiales, tanto físicas como educativas, para asegurar una buena salud y evitar que se muestren territoriales o celosos. Os lo explicamos todo en este post.
6 consejos para cuidar a un yorkshire terrier
El estándar de la raza yorkshire terrier, fue definido en 1865, cuando el perro Huddersfield Ben, de Mary Ann Foster, que vivía en Yorkshire, fue presentado en las exposiciones caninas de Gran Bretaña.
Desde entonces, este vivaracho can ha despertado las simpatías de un gran número de familias, que han caído rendidas a sus encantos. A continuación, os damos algunas recomendaciones para que lo tengáis a vuestro lado, educado, sano y feliz.
- 1. Educación
- Socialización: es fundamental enseñar, desde el primer momento, al yorkshire, a relacionarse con otros perros y con otras personas, aparte de los miembros familiares; el contacto con diversos entornos reducirá sus posibles temores.
- Ejercicio: tu yorkshire necesita jugar activamente y pasear para liberar parte de su energía; no descuides este aspecto y dedícale el tiempo que se merece.
- 2. Ladridos
- Entusiasmo
- Estrés
- Enfermedad
- Frustración
- Soledad
- Aburrimiento
- Falta de socialización
- 3. Alimentación
- Ofrécele piensos específicos
- Evita alimentos no específicos: procura no dar al yorkshire comida humana, ni excederte con los premios y comida enlatada.
- 4. Higiene
- El baño: como orientación, se aconseja bañarlo cada dos semanas aproximadamente, aunque todo depende de cuál sea su hábitat y costumbres; con el tiempo, iremos afinando la frecuencia adecuada, para no excedernos ni eliminar los aceites naturales de su cuerpo.
- Pelaje y nudos: dada la longitud de su pelaje, es aconsejable aplicarles un champú específico, y a continuación, un acondicionador para prevenir los nudos; luego, conviene secar el pelo mientras lo cepillamos; el cepillado debe hacerse un par de veces semanalmente, con un cepillo pensado para esta raza. En caso de que el pelo de tu perro se enrede con frecuencia, o tengas cualquier duda sobre su manto, consúltalo en tu clínica veterinaria o peluquería canina de confianza; quizás te recomienden un corte del flequillo para facilitarle la visión; un repaso, si el pelaje ha crecido demasiado; o un recorte de la zona perianal, para evitar que las heces se queden pegadas.
- Ojos y legañas: es una raza propensa a la formación de legañas; humedécelas con una gasita para que se ablanden y puedas quitarlas fácilmente, sin tener que tirar de ellas.
- Dientes: estos perros tienen tendencia a acumular sarro entre sus dientes, por lo que es aconsejable acostumbrarlos a una rutina de cepillado frecuente, ya desde cachorros; recuerda usar sólo una pasta dentífrica específica para ellos.
- Orejas: revisar y limpiar las orejas de tu pequeño can debe ser otra de las rutinas de higiene obligadas; consulta con tu veterinario la forma correcta de limpiar el pelo interior de las mismas; la limpieza correcta evitará posibles infecciones.
- 5. Salud
- 6. Cariño
Parece un peluche, pero no lo es, esto debemos tenerlo muy claro desde el primer día en que un yorkshire llega a nuestro hogar.
El hecho de que sea pequeño e inofensivo y tenga tanta vitalidad, puede hacernos bajar la guardia y llevarnos a permitirle todos los caprichos que se le antojen. Esto es un gran error, que puede convertir al perrito en un animal malcriado, que campe a sus anchas por la casa, subiéndose a todos los sitios y mordiendo lo que le viene en gana.
De ahí la importancia de un buena educación, que como ocurre con los niños, lo hará mucho más feliz, al saber a qué atenerse. Dentro de la educación, no olvides los siguientes puntos:
A nuestro sagaz yorkshire no se le escapa ni una, siempre atento a todo lo que ocurre a su alrededor. Eso está muy bien, si no fuera por la tendencia exagerada a ladrar que suelen tener estos guardianes del hogar.
Los yorkshire pueden ladrar sin parar, ante diversas circunstancias, entre las que destacamos:
Tampoco se trata de evitar sus ladridos, ya que forman parte de su naturaleza, sino más bien de entrenar al animal para reducir a casos puntuales y razonables, esta tendencia. Igual que no se pueden poner puertas al campo, no vamos a impedir que nuestro perrito ladre de felicidad al vernos llegar, después de horas y horas sin vernos.
Lo importante es que la dieta del yorkshire sea equilibrada y contenga alimentos de calidad:
Como la cantidad se calcula en función de la edad, peso y ejercicio que haga tu perro, lo mejor que puedes hacer es, en un primer momento, consultarlo con el veterinario para que sea él quien establezca la dieta y las cantidades más adecuadas.
No debemos olvidar ninguno de los siguientes aspectos, para mantener al perrito en perfecto estado:
Los yorkshire son tan valientes como frágiles y cualquier golpe o caída puede provocarles graves daños; por tanto, debemos alertar a los niños para que tengan mucho cuidado a la hora de jugar con ellos, para evitar que los aplasten y sufran un traumatismo óseo o muscular.
También hay que protegerlos contra el frío extremo, ya que suelen padecer trastornos respiratorios, como la bronquitis; si es preciso, los abrigaremos con una ropita adecuada, antes de salir de casa.
Por último, apuntar que el yorkshire es un perro que necesita mucho cariño, por lo que es inmensamente feliz con familias que disponen del tiempo necesario para disfrutar de su compañía y juegos.
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