Otro aspecto importante a tener en cuenta a la hora de cuidar a un perro con la pata quebrada es que el vendaje con el que cubras la fractura esté siempre limpio y en buenas condiciones. Ten en cuenta que, cada vez que salís de paseo, el animal pisará zonas húmedas o se manchará con hierba o tierra. Esto puede provocar que las bacterias se cuelen entre el vendaje y que la herida no termine de curarse del todo bien.
Una buena manera de evitar esto es cubrir la venda con una bolsa de plástico cada vez que salgáis a la calle, así, el animal estará protegido de posibles elementos infecciosos y, además, podrá jugar todo lo que quiera sin que tengas que estar sufriendo por su salud. En el caso de que se le moje, lo mejor es que acudas al veterinario para que le cambie el vendaje pues la piel se le podría llegar a irritar y a infectarse.