en Perros
En nuestro post “Consejos para viajar con tu perro”, te dimos algunas recomendaciones para llevar a tu can por tierra, mar y aire.
Ahora queremos que tengas claro qué dice la DGT respecto al transporte de animales en coche. Porque, en contra de lo que a veces se oye por ahí, la ley está hecha para cumplirla, y nosotros estamos por la labor.
Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial
La ley de Tráfico (BOE 31/10/2015), en su Título II sobre “Normas de comportamiento en la circulación”, nos indica:
“El conductor de un vehículo está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción, que garanticen su propia seguridad, la del resto de ocupantes del vehículo y la de los demás usuarios de la vía. A estos efectos, deberá́ cuidar especialmente de mantener la posición adecuada y que la mantengan el resto de los pasajeros, y la adecuada colocación de los objetos o animales transportados para que no haya interferencias entre el conductor y cualquiera de ellos.”
Dado que esta normativa sólo nos indica el “qué”, vamos a intentar explicarte con detalle el “cómo, dónde, cuándo y por qué”, para que, al salir con tu perro de viaje en coche, tengas claros todos los conceptos y tomes las medidas de seguridad convenientes.
Eficacia de los sistemas de retención
La DGT recoge en su revista “Tráfico y Seguridad Vial” (2013) un detalle de 7 puntos acerca de la eficacia de los diversos sistemas de retención.
Dice textualmente:
- Animal suelto: El peor escenario posible es el perro tumbado sobre la bandeja trasera, detrás del conductor. El animal saldrá lanzado contra el reposacabezas del conductor si hubiera un accidente. Los dos sufrirían lesiones muy graves, incluso mortales.
- Arnés de un solo enganche: El arnés para perros se engancha al cinturón de seguridad del vehículo. En caso de colisión, la hebilla del arnés se rompe. El perro choca contra el respaldo del asiento, provocando graves lesiones al conductor en la columna. El animal sufriría lesiones graves o mortales.
- Arnés con dos enganches: El arnés evita el desplazamiento hacia delante, por lo tanto, no se transmite ninguna carga al conductor. Para evitar que la mascota choque contra los asientos -con consecuencias que serían muy graves-, deberán tener un sistema de unión corto.
- Transportín sujeto con el cinturón de seguridad: El transportín destroza los puntos de sujeción del cinturón. Además, se rompe su parte superior. El animal sufre lesiones muy graves y los ocupantes del vehículo soportan cargas importantes.
- Transportín colocado en el suelo del vehículo: Los transportines pequeños encajan bien en el suelo. Como tienen poco espacio la energía del impacto es absorbida pronto y apenas se deforma el habitáculo del animal que solo sufre lesiones leves.
- Transportín en el maletero: Cuando el animal es más grande y el transportín también, se puede colocar en el maletero en posición transversal a la dirección de la marcha. No se puede excluir la posibilidad de que los ocupantes de las plazas traseras sufran lesiones.
- Rejilla divisoria: Un rejilla colocada entre los pilares de la estructura del coche, separando la cabina del maletero, permite a la mascota moverse libremente sin molestar al conductor, pero en caso de colisión y según la posición del animal en ese momento, puede sufrir lesiones muy graves. Lo mejor es combinar el transportín con la rejilla divisoria.
Ensayos de impacto o “crash-tests” de RACE
La publicación “Tráfico y Seguridad Vial” también recoge el resultado de unos ensayos de choque, o “crash-tests”, realizados por el Real Automóvil Club Español-RACE. Su objetivo, tal como explican en la revista, va encaminado a: “demostrar la necesidad de que nuestras mascotas viajen con seguridad”. En estas pruebas se ha simulado un choque frontal a 50 km/h, usando un maniquí de perro, de 22 kilos de peso, y otro muñeco de persona adulta al volante.
Tras el análisis del sistema de retención y carrocería del vehículo, frente los impactos, RACE llega a estas conclusiones y recomendaciones:
- La mejor forma de llevar mascotas, si éstas son pequeñas, es en su transportín, en el suelo del vehículo.
- Si la mascota es grande, lo mejor es colocar el transportín en el maletero en posición transversal a la dirección de la marcha. Preferible en este caso, para mayor seguridad, combinar este sistema con la rejilla divisoria.
- En cualquier caso, utilice siempre un sistema de sujeción adecuado, no deje que el animal vaya en brazos, consulte al veterinario cómo prevenir mareos, no deje a su mascota en el interior del vehículo con altas temperaturas y cuando abra el portón o la puerta, prevea situaciones de riesgo, ya que el animal puede salir corriendo.
Para adoptar medidas de seguridad, nos sobran los motivos
Otro estudio, elaborado por el RACE, junto con la DGT, concluye que el 82% de los animales de compañía viaja en turismo y que, el hecho de ir con un animal suelto en el coche, puede poner en riesgo la seguridad de todos los ocupantes. Veamos un resumen:
- Se nos advierte de que, al circular a una velocidad de 50 km/h, el peso de un animal se multiplica por 35 en caso de accidente. Por ejemplo, un perro de 20 kilos impactaría con una fuerza de unos 700 kilos al sufrir una colisión a esa velocidad.
- Además, un perro suelto en el coche, podría ocasionar distracciones en el conductor que acaben por provocar un accidente.
- Pese a todos los peligros, el 20% de los encuestados por el RACE admitió llevar a su animal en el coche sin sistemas de retención o anclaje.
- Recuerda que, según el Reglamento de Circulación, el hecho de llevar a tu animal sin sujeción ni separación entre él y el conductor, puede tener una penalización de hasta 100 euros,
- Asimismo, si transportas más de un animal, sin las medidas de seguridad comentadas, puede considerarse conducción negligente, lo que conllevaría una infracción más grave, con una multa de mayor cuantía.
Accesorios de seguridad: los imprescindibles
Cinturones de seguridad, arneses, transportines, rejillas o barras divisorias… son los accesorios que nunca deben faltar en tu coche.
Podemos adquirirlos fácilmente, por ello no debemos escatimar en el gasto. Es una buena inversión porque, de tener a no tener estos sistemas de seguridad, depende la integridad física de tu amigo fiel y la nuestra propia.
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