Los gatos suelen sentirse muy nerviosos y estresados ante una mudanza. A los felinos no les gusta cambiar de entorno, les molestan los ruidos fuertes, la presencia de desconocidos, los viajes y todo aquello que los saque de su rutina. Por eso es muy importante que nosotros, como dueños, intentemos hacer todo para reducir al máximo los factores estresantes que puedan afectar el bienestar de tu animal.
Una buena forma de comenzar es embalando todos nuestros objetos para la mudanza al menos una semana antes de que la misma ocurra. Cuando el animal detecte la presencia de cajas, maletas, entre otros, podrá irse acostumbrando poco a poco a que están ahí y entendiendo que algo está a punto de cambiar. Sin embargo es conveniente que su espacio no sea modificado sino hasta último momento.