No es de agrado recibir a las visitas entre ladridos de tu perro, pero es un problema sencillo de solventar. Como siempre está en nuestra mano hacer de nuestro colega un animal bien educado. el etólogo Pablo Hernández nos da unas pautas de Contracondicionamiento que, aplicando con paciencia, harán que “Roko” no se ponga histérico cada vez que llaman al timbre. Aquí van:
· Que una persona que no tenga mucho apego con el animal sea el que presione el timbre, y tú estés en la casa con él. No debe tener mucho apego porque así la actitud del peludo será como la que tiene con el resto de visitas.
· Trabajad con educación en positivo: dadle una chuche cada vez que suene el timbre y no ladre.
· Respecto al timbre, si se puede, es bueno atenuar su volumen. Además, pedir a nuestros amigos y familiares que no sean insistentes al llamar y que ejerzan un simple toque. Suficiente para que se oiga pero que no potencie ese estado de nervios del animal.
· Si tu perro ladra por miedo hay que trabajar también esta emoción. No solo a la hora de la llamada al timbre, si no con respecto a las personas y/o otros animales.
Fuente: Como el perro y el gato