El Yorkshire Terrier o “Yorky”, para los amigos, es una raza de perro que no pasa inadvertida.
Puede que algunos no conozcan su nombre, puede que su pronunciación ponga de manifiesto nuestras deficiencias en el idioma Inglés… pero todo el mundo reconoce a esos pequeños perritos de largo pelo. Lo reconoces, pero ¿lo conoces bien?
Un poco de historia
En la profundidad de las minas del condado de Yorkshire los trabajadores no solo se enfrentaban a los mortales gases o a los derrumbes, aquellos incansables personajes sufrían el diario ataque de ratas y pequeñas alimañas que compartían sus reducidos y oscuros espacios.
Esos individuos buscaban un perro pequeño que pudiera “colarse” por las mismas grietas que parecían y desaparecían los “malditos roedores”.
Pero ese perro debía ser valiente, con carácter y con un pelo largo que permitiera tirar de él para sacarlo de las grietas en las que pudiera quedar atrapado.
Para cumplir con todos estos requerimientos pensaron en las distintas razas de Terrier existentes, animales de carácter, valerosos y capaces de enfrentarse a todo tipo de retos.
Entre las razas que posiblemente dieron lugar al nacimiento del Yokshire: están el Clydesdale Terrier, el Paisley Terrier, el Skye Terrier, el Ledds Terrier, el Dandie Dinmont entre otros. Existen dudas si en los cruces realizados para la creación del Yorky intervino o no el Maltés…
En un primer tiempo se consiguieron ejemplares que se acercaban a los diez kilos de peso, siendo difícil encontrar ejemplares de menos de seis kilos.
Pero la continua selección en busca de un tamaño reducido a conducido a la raza hasta los “ínfimos” ejemplares de hoy en día: los “toy”, los “tea cup”…
El primer inscrito en un libro de cría fue “Albert”, un ejemplar propiedad de Peter Eden. Se decía de “Albert” que tenía un manto sedoso y un gran mechón de pelo en la cabeza.
Pero fue en 1865 cuando nació el que hasta hoy es considerado el padre de la raza: “Huddersfiel Ben” propiedad del señor Eastwood; este ejemplar pesaba seis kilos y presentaba el característico pelaje largo y sedoso de la raza.
¿Y cómo es él?
La imagen del Yorkshire es la de un pequeño ejemplar de perro con el pelo largo, colgante, liso y uniforme. Un animal incansable, quizás nervioso y con un carácter que debe ser manejado desde su primer contacto con la nueva familia.
Aunque se habla de distintos tamaños (estándar, toy…) o “tallas”, lo único a tener en cuenta es que el peso máximo no debe superar las 7 libras (3,175 kilos), encontrándose el peso ideal entre los dos y los dos kilos y medio.
Según la Federación Canina Internacional (F.C.I.), los principales datos a tener en cuenta son:
Cuerpo: compacto con la espalda nivelada, el lomo bien sostenido y las costillas moderadamente arqueadas.
Ojos: medianos, oscuros, dirigidos hacia delante, borde de los párpados oscuro.
Cola: habitualmente amputada, de largo medio con bastante pelo.
Pelo: en todo el cuerpo, recto (no ondulado), moderadamente largo; con brillo, fino y sedoso.
Su color es azul acero oscuro extendiéndose desde el occipucio hasta la raíz de la cola; nunca se combinará con leonado, bronce o pelo oscuro.
Color fuego intenso y brillante en el pecho. Todos los pelos fuego deben ser más oscuros en la raíz que en la parte media y se hacen más claros en las puntas.
Carácter
Y finalmente un apunte sobre su carácter: a pesar de su pequeño tamaño, estamos ante una raza que requiere educación desde el primer momento; si dejamos que el animal campe a sus anchas, si no le ponemos límites, si no le exigimos una obediencia básica desde el primer día podemos enfrentarnos a una pesadilla.
Los Yorkshire tienen carácter, mucho carácter. Esto no quiere decir que sean agresivos, de imposible manejo, lo que quiere decir es que le propietario ha de tener muy claro que las pautas de conducta son necesarias y para ello nada mejor que asesorarse por profesionales.
Por otra parte es bueno recordar que estamos ante animales valientes, con pocos miedos si han sido educados y socializados correctamente, por ello no es raro verles plantar cara ante animales que superan muchas veces su reducida talla.
Con una adecuada educación tendremos un animal muy sociable y cuya convivencia en comunidad con perros y personas se desarrollará sin ningún tipo de problema.