El gato es un animal bastante ordenado que, por lo general, aprender a usar la caja de arena sin problemas. En la mayoría de los casos a partir de la tercera semana de vida el gatito elige intuitivamente junto a su madre un rincón alejado del lugar donde come y descansa. Alrededor de las cuatro a cinco semanas el felino copia a su madre y utiliza la caja de arena si está disponible.
Así que, si el gatito vive con su madre, en la mayoría de los casos necesitará poco entrenamiento en este sentido, gracias al instinto y la imitación.
Si el pequeño ha llegado solo a casa habrá que seguir unos pasos y tener mucha paciencia para que se acostumbre a únicamente evacuar en el arenero que le has comprado. Antes de esto recuerda comprar una caja adaptada a sus necesidades, es pequeño por lo que tiene que tener al menos un borde bajo para poder entrar. Consulta con el especialista de la tienda y/o con el veterinario si cree que es mejor un arenero tapado o destapado y qué tipo de sustrato te recomienda. Una vez comprados los “utensilios” sigue estos pasos:
Paso 1. Colocar la caja en el lugar en el que tu peludo ha elegido para orinar desde que llegó, cómo decimos tendrá un rincón predilecto. Esto será siempre y cuando este lugar te parezca bien. Si es así, el arenero ya no deberá moverse de ahí en toda la vida del gato.
Paso 2. Enséñale qué es ese aparato nuevo y remueve la arena para que lo vea, y la inspeccione. Sobre todo después de comer, llévale directamente ahí. Es probable que las primeras veces que el gatito vaya al baño en el arenero no lo tape, ya que no está acostumbrado. Pero poco a poco lo irá haciendo, ya que por instinto los gatos buscan eliminar el olor.
Paso 3. Cuando veas que está poniendo postura para hacer pis o defecar en otro lugar de la casa cógele y llévale al arenero. Paciencia y hazlo las veces que haga falta. Y en el lugar dónde iba a hacerlo pon un trozo de rollo de plástico para cocina y rocíalo con limón. Le quitarás el atractivo que ve en esa zona para hacer sus necesidades.
Paso 4. Cada vez que haga sus cosas en el arenero prémiale.
Con estos pasos se acostumbrará a ese rincón tranquilo que le hemos proporcionado.
Recuerda mantener siempre muy higiénica la caja. Sabemos lo pulcros que son los felinos y en cuanto sientan o huelan algo de suciedad todo el trabajo estará perdido. Quita las heces cada día y cambia la arena una vez por semana.
Si pasado un tiempo tu colega aún no se ha acostumbrado a hacer sus necesidades en ese lugar acude a tu veterinario. Puede que sea síntoma de estrés.
Fuentes: comefaretutto.com/ clubdelcane.com