Antes de emprender el viaje debes asegurarte de que tu mascota goza de buena salud y de que su cartilla está al día.
Una visita al veterinario para un reconocimiento general es la mejor forma de evitar sorpresas desagradables. Además, también puedes aprovechar ese momento para preguntarle acerca de los requisitos en cuanto a vacunaciones, certificados sanitarios, etc., que se exijan en cada Comunidad Autónoma, en el caso de viajar por España, o del país donde vayan a desplazarse.
Esto es importante cuando se vive en una comunidad en la que no sea obligatoria la vacunación antirrábica, como son Cataluña, País Vasco, Andalucía y Galicia. En estos casos se debe tener presente que en el resto del territorio español es necesario que los perros (y en algunos lugares también los gatos) estén vacunados frente a esta enfermedad. Este requisito también se exige en todos los países de la Comunidad Europea.
Hay otras vacunaciones, como moquillo y parvovirosis que, aunque no son obligatorias, pueden ser muy recomendables para evitar que perros y gatos puedan contagiarse en el lugar de destino, sobre todo si van a pasar más tiempo en el exterior y en contacto con otros animales. Siempre se debe llevar la cartilla sanitaria en regla y, en caso de viajar al extranjero, certificado sanitario oficial si el país de destino así lo exige.
No se nos debe pasar por alto realizar la desparasitación de nuestro animal antes del viaje, ya que durante el transporte sufren un estado de estrés que les provoca una bajada de las defensas. Los parásitos aprovechan estas circunstancias para incrementar los daños que provocan en la salud de nuestro animal. Además, debemos tener en cuenta que en algunos países como el Reino Unido, a parte de otros requisitos, se nos exige un documento donde se certifique que nuestro animal se a tratado contra endoparásitos y ectoparásitos (tratamiento contra garrapatas y contra Echinococcus multilocularis ) de 24 a 48 horas antes de nuestra salida. Medidas que debemos tomar cada vez que el animal entre en el país. Este certificado es imprescindible aunque los datos de desparasitación figuren en la cartilla sanitaria.
Para prevenir a las molestas pulgas, tal vez el ectoparasito más frecuente en verano, disponemos en el comercio de collares insecticidas, pipetas, sprays y otras muchas presentaciones efectivas e inocuas para nosotros y nuestra mascota que la mantendrá protegida contra esos insectos chupadores que, además de producir molestias indeseables, propician enfermedades dermatológicas. Igualmente no estaría de más contemplar la posibilidad de un repelente contra los insectos transmisores de la temible leishmania. Ante la duda de cual aplicar una simple consulta al veterinario nos ayudará.
También es muy recomendable que el animal esté identificado mediante un sistema individualizado permanente: microchip. En caso de que la mascota esté identificada por medio de microchip, se debe consultar al veterinario que lo ha implantado si éste cumple las normas ISO 11.784 y 11.785, ya que en caso de no ser así algunos países pueden exigir que el propietario lleve el lector adecuado para el sistema. Tampoco es superfluo colocarle en el collar una placa con el nombre, dirección y teléfono. Esta doble identificación nos puede evitar sorpresas desagradables.
Es conveniente, sobre todo si el desplazamiento se hace en coche y va a ser largo, acostumbrar antes al animal, lo cual es preferible hacerlo desde cachorro, comenzando con pequeños paseos de cinco o diez minutos de duración e ir aumentando progresivamente la distancia recorrida. Si éstos viajes en automóvil se relacionan con salidas al campo, en poco tiempo este medio de transporte será bien aceptado.
Si la mascota está siguiendo algún tratamiento médico se deberá llevar su historial clínico y la medicación que vaya a necesitar durante el periodo de vacaciones por si no se puede encontrar en el lugar de destino. No está de más que el cliente se informe de las clínicas veterinarias existentes en la zona por si fuera necesario visitarlas.
Igualmente si está siendo nutrido con una dieta especial sería conveniente llevar la cantidad necesaria que vaya a consumir por si no se encuentra en el lugar de vacaciones. Un cambio brusco de alimentación, sobre todo en animales con requerimientos especiales, siempre es perjudicial para su salud, y puede arruinar las vacaciones.
Recuerda meter en la maleta utensilios de uso cotidiano como el comedero, algún juguete, su cepillo… Los gatos deberán disponer de bandeja con arena si el desplazamiento dura más de seis horas.
Si el viaje va a ser largo o el animal es muy excitable o suele marearse, se deberá consultar con el veterinario habitual para que le administre algún producto tranquilizante antes de partir.
En el caso de viajar en tren, avión o barco consulta antes de comprar el billete las condiciones de transporte de animales de la compañía. Debe proporcionársele al animal dentro de la jaula o transportín un bebedero con agua fresca que no pueda volcar durante el viaje. Si el viaje en avión es largo es preferible tomar un vuelo directo para evitar las escalas, puesto que si la mascota va en la bodega entra dentro de lo posible que sea enviado a un destino equivocado.
Lleva siempre encima el teléfono de urgencias del veterinario del animal o ten presente el veterinario más cercano al hotel en el que os quedéis, este sencillo paso puede solucionar muchos problemas.
Hemos enfocado estas medidas principalmente hacia el perro y el gato, por ser las mascotas que más comúnmente se llevan de viaje, pero podéis extrapolarlo roedores, aves, peces y reptiles, manteniendo siempre las condiciones idóneas que éstos necesiten para ser transportados.
Y por último, si piensas que no puedes asegurar unas condiciones de transporte adecuadas para tu colega es preferible que lo dejes en una residencia o al cargo de una persona de confianza.
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