09 Abr Intoxicaciones alimentarias en aves
Cuando nos planteamos la alimentación de nuestra ave de compañía, por lo general, solemos dejarnos asesorar por nuestro veterinario o el personal de tiendas especializadas.
En algunos casos, solemos variar su dieta añadiendo alimentos que hemos visto que llaman la atención de nuestra mascota, sin tener en cuenta que su ingesta supone poner en riesgo su salud.
Es importante no olvidar que por mucho que a nuestra mascota le guste picotear de lo que nosotros estamos ingiriendo, su digestivo puede que no este preparado para su procesamiento.
Las aves son animales ovíparos, no son mamíferos, esa es una premisa que debemos tener muy clara en nuestra mente para evitar la tentación de ofrecerles lácteos que habitualmente consumimos. Su digestivo, no esta preparado para digerir la lactosa que la gran mayoría de estos productos contiene. La ingesta de este tipo de alimentos, podría dar lugar a diarreas, que dependiendo de su estado sanitario, puede llegar a tener serias consecuencias.
En general la gran mayoría de las aves que comparten nuestro hogar, en la naturaleza suelen alimentarse de frutos, semillas, insectos,… (excepto las rapaces) pero nunca veréis a una ninfa, un canario, un guacamayo…etc, en estado salvaje, alimentarse de carne. Pues bien, este es uno de los errores mas comunes cometidos por los propietarios de aves. Este tipo de ave imita lo que ve, y si nos ve comiendo, por ejemplo, una rodaja de chorizo, interpretara que eso también se lo puede comer ella, e incluso se lo comerá si se lo ofrecemos. Esto supone un incremento proteico en su dieta que como consecuencia conlleva serias alteraciones metabólicas.
Otro alimento muy común en nuestros hogares, es el chocolate que contiene metilxantinas (cafeína y teobromina). Al igual que para los perros y los gatos, a las aves el chocolate puede traerles de cabeza. Una de las reacciones mas comunes de este alimento, es el aumento de la actividad, volviendo a nuestro querido compañero en un ave hiperactiva. Esto supone un aumento de la frecuencia cardiaca, que puede llegar a ocasionarles la muerte.
El ajo, la cebolla y el puerro, son alimentos que pueden encontrarse con facilidad en nuestras cocinas. Todos ellos pertenecen al genero Allium, y en ellos se encuentran sustancias alcaloides. La ingesta de alguno de estos alimentos da lugar a la aparición de síntomas de debilidad, letargia, anemia y dependiendo de la sensibilidad de nuestra mascota y la cantidad ingerida, puede provocarle la muerte.
Tanto la planta del aguacate como el fruto en si, se ha demostrado que presenta una sustancia llamada “persina”, que da lugar a serias alteraciones respiratorias y congestivas a nuestra mascota que le llevan a la muerte
Las semillas que solemos encontrar dentro de los distintos frutos, en principio parecerían inofensivas, pero nada mas lejos de la realidad. Uno de los componentes que se encuentra dentro de las semillas es el cianuro, que es uno de los venenos mas antiguos conocidos. Por este motivo, el mejor modo de enriquecer su dieta con frutas, es administrárselas siempre sin las semillas. De hecho, algunos alimentos preparados para ellos contienen ya trozos de fruta, puedes encontrarlos en colección de alimento para ave.
Las plantas pertenecientes a la familia de las solanáceas, también son toxicas debido a su alto contenido en oxalatos. Estos compuestos producen serias alteraciones renales. Por el contrario sus frutos (patatas, pimientos, berenjena,…) si son aptos para que nuestra mascota disfrute de ellos, pero siempre en pequeñas dosis.
En nuestro entorno encontramos otras plantas como son el Tejo, la Adelfa, la Falsa Acacia, Enredadera vid silvestre, que si son ingeridas por nuestro emplumado amigo pueden ponerles en serios apuros.
La sal, que es fundamental para su organismo, ingerida en grandes concentraciones provoca un desajustes electrolíticos que dan lugar a alteraciones neurológicas que conllevan la muerte de nuestra mascota.
Todos sabemos que administrar a nuestra mascota una buena dieta, supone tener que visitar al veterinario solo para las revisiones anuales. Si vuestro “emplumado” amigo tiene libre acceso a la casa, evitad dejar a su alcance aquellos productos que hemos mencionado en este texto, y si por accidente consigue acceder a ellos, no dudéis en llevarlo al veterinario especialista ya que su pequeño tamaño, le hacen ser mucha mas sensible a cualquier problema.