04 May La realidad de la hora del baño de tu perro
Nos encantan las fotos como las de este artículo: un bonito perro mojado mirando con algo de tristeza a cámara, con la cantidad de jabón exacta y colocada en los lugares correctos. Por supuesto, con una bonita estampa de fondo y unos colores que contrastan entre sí… Muy idílico todo… Pero los que estamos por aquí leyendo (y escribiendo) esto sabemos que la realidad es bien distinta: tú con tu traje de faena obligando al animal a entrar al baño, toda la ropa salpicada del champú de tu perro gracias a las sacudidas que le apetece dar de vez en cuando y pensando en el fregado que le tocará después al baño…
Y es que la vida no es como en Hollywood pero vivir la realidad es más emocionante que verla. En “Como el perro y el gato” quisieron conocer la experiencia de sus oyentes a la hora de bañar a su mascota y estas fueron algunas de las historias:
El truco de Emi es bañarles primero el cuerpo, porque cuando les lava la cabeza es cuando se sacuden. Una vez terminado el baño, los peludos ni cortos ni perezosos se van al jardín de la casa a restregarse con la tierra y el césped. Muy comprensivos ellos… Pero es que es lo hacen para quedarse con el olor que a ellos les gusta, el de la naturaleza. Pero si utilizas un champú de calidad, como los que tenemos en nuestra tienda, el olor a limpio durará mucho tiempo por mucho que se froten con lo que encuentren.
Paula tiene un samoyedo de 20 kilos con el que la hora del baño dura ¡3 horas! Y es que esta raza es todo pelo. También tiene un perro pequeño, así que con él, esta tarea es pan comido.
Beatriz Ramos, la encargada de redes del programa, tiene dos bóxer. Ella ya opta por meterse en la ducha con ellas, bañarlas y después hacerlo ella, porque de todas formas se queda empapada…
Carlos Rodríguez, por su parte, ha contado que a Rocko, su chiguagua, poco le falta para bañarle en una taza de desayunar.
Aquí hay historias para todos los gustos, y tamaños. ¿Cuál es la tuya?