Los dientes de los conejos están adaptados para una dieta alta en fibra. Sus piezas dentales crecen continua y rápidamente – el crecimiento de un incisivo es de alrededor de 1 cm al mes -, y crecen aún más rápidamente si los dientes superiores e inferiores no se encuentran.
Los bordes de los incisivos inferiores descansan contra unos incisivos secundarios, que se sitúan detrás de los incisivos superiores que se ven a simple vista. La arcada mandibular es más estrecha que la arcada maxillar, y los bordes linguales (hacia el interior) de las muelas maxilares (superiores) ocluyen con el borde bucal (exterior) de los dientes mandibular.
Cada diente es cilíndrico, toda la pieza está recubierta de esmalte. La parte del diente que sobresale en la boca se denomina ‘corona’, y la parte del diente introducida dentro de la mandíbula es la ‘raíz’. ‘El ápice’ es la parte enterrada del diente aunque, técnicamente, esto sea incorrecto, ya que la forma del diente de un conejo es cilíndrica, más que cónica, y realmente no tienen un ápice. Los dientes incisivos tienen una cavidad de pulpa afilada. En las muelas hay una sola cámara de pulpa en el ápice del diente y un pliegue de esmalte central longitudinal, que divide la cavidad de la pulpa en dos. Las fibras de los nervios se extienden de la cavidad de la pulpa hacia la superficie. Estas fibras son el dolor receptivo. En la superficie oclusal de cada muela, el pliegue central de esmalte forma un canto agudo transversal que se entrelaza con el espacio interdental, entre los dos dientes contrarios. Puede verse esta forma en las radiografías laterales del cráneo como una línea de “zigzag” entre los dientes superiores e inferiores.
LA MASTICACIÓN
Se han desarrollado para comer una gran variedad de material vegetal, incluyendo la corteza y la vegetación gruesa. Su digestivo está adaptado para metabolizar una dieta fibrosa sin conservar los volúmenes grandes de fibra en la vía digestiva. El colon está adaptado para separar la ingesta en dos fracciones:
·Las partículas pequeñas de alimento fibroso que son llevadas al intestino ciego para ser degradado por la microflora.
·Las partículas grandes que transitan rápidamente, pasan por el digestivo y no son digeridas.
Por lo tanto, las partículas pequeñas de alimento fibroso tienen un valor nutritivo mientras que las partículas grandes no tienen ninguno, pero juegan un papel muy importante para estimular la motilidad digestiva. Los dientes de los conejos son importantes para reducir el alimento fibroso en pequeñas partículas que podrá degradar la microflora intestinal. La función de los incisivos es roer y cortar vegetales a modo de cincel. Las muelas reducen el alimento en partes más pequeñas antes de que sea ingerido.
La masticación se produce sobre un lado de la boca porque la arcada mandibular es más estrecha que la arcada maxilar, y el movimiento de mandíbula depende del tipo de alimento que es ingerido. Los estudios en la masticación en conejos han demostrado dos movimientos de masticación: Cortar, y Aplastar-moler.
EL MANTENIMIENTO DEL DIENTE
Los procesos continuos de erupción, crecimiento, fricción y abrasión afectan a la longitud y la forma de los dientes, que también dependen de la dureza del tejido dental y la cantidad y fuerza del hueso que los sustenta. La dieta natural de los conejos es abrasiva debido a la presencia de lignina, celulosa y fitolitos de sílice en plantas, y este tipo de alimento desgasta los dientes. El contacto de “diente-con-diente” por lo tanto, mantiene la forma de las superficies de oclusales.
Los movimientos de molienda continuos, son necesarios para afilarlos y desgastarlos, y mantener su longitud y forma. Se pueden observar estos movimientos de mandíbula en ausencia del alimento cuando los conejos están relajados. Son diferentes del bruxismo, rechinar ruidoso que a veces se percibe cuando un conejo padece una condición dolorosa abdominal.
Autor: Juan Luis Sánchez de León Sierra – Veterinario especializado en animales exóticos
Web: veterinarioexoticosmadrid.wordpress.com