Los perros que están bien entrenados son capaces de detectar el cáncer mediante su olfato. Esta capacidad olfativa detectan diferentes restos biológicos y químicos producidos por el tumor y presentes en el organismo de los pacientes.
La fiabilidad según estudios realizados está entre un 95% y un 98%. Es una tasa tan alta, que son capaces de detectar cánceres que pasarían desapercibidos en exámenes normales y está por encima de las pruebas médicas que disponemos.
¿Cómo lo hacen para entrenarlos?
A los perros que se les entrena para oler el cáncer, se les tiene que entrenar para detectar un tipo de cáncer en concreto, igual que a otros perros se les entrena para detectar drogas y otros explosivos. Cuando el perro en su entrenamiento acierta la muestra de la persona con cáncer se le premia.
A los perros adiestrados se les enseña y lo hacen con diferentes tipos de muestra de los pacientes, como por ejemplo son muestras de orina, de sangre, de heces y saliva.
Cuando el perro olfatea la muestra, este es capaz de saber si el paciente tiene cáncer y además si es hombre o mujer y si ha comido o bebido hace poco. Por tanto el perro sabrá que lo único que tienen en común esas muestras, es el olor a cáncer y lo identificará con el olor que buscamos.
El tiempo estimado de entrenamiento de un perro para detectar un cáncer es de 6 a 8 semanas aproximadamente.
Es una manera práctica además de económica y los científicos, a partir de este experimento sugieren desarrollar un sensor para poder detectar el cáncer antes de que sea demasiado tarde y se haya extendido.