Los gatos son limpios por naturaleza. No obstante, conocer los hábitos de los mismos, contribuyen a un aseo mucho mejor: uñas, acicalación y necesidades básicas. Por lo general, los gatos suelen ser juzgados por su comportamiento felino, ya que solamente prodigan cariño cuando ellos quieren. De todas maneras, estos animales nunca serán juzgados por su pulcritud, ya que se acicalan entre unas 10 y 20 veces por día.
Acicalación
Los gatos le dedican mínimamente dos horas del día a una básica rutina de limpieza: el acicalamiento, que gracias a la aspereza de su lengua, ellos pueden efectuarlo. Si bien, la lengua es una fundamental herramienta para desenredar el pelaje, recoger las partículas de suciedad y retirar los pelos caídos, los gatos pierden agua en cada acicalamiento, por lo que deben de tener un buen tazón cerca con agua, no solamente para asearse, sino que también para quitarse el vapor y refrescar su piel mediante la evaporación de la saliva.
Micción y defecación
Estas mascotas siempre buscarán la manera de enterrar sus heces, por lo que los dueños que tengan un jardín amplio en la casa, pueden estar totalmente seguros que nunca deberán preocuparse por hacer la compra de un arenero. De todas maneras, los que viven en el interior de una casa, deberán tener su cajón con piedras sanitarias o arena abierto y limpio, dado que cualquier olor desagradable que pueda llegar a aparecer, les irrita.
Por otro lado, es importante que el mismo cajón esté disponible las 24 horas para que puedan limpiarse correctamente, así como también, cuidar la limpieza constante del cajón para prevenir enfermedades.
Uñas
Una de las quejas constantes cuando se tiene un gato en la casa son los muebles arañados, por lo que antes de realizar una tendectomía o una oniquectomía, las cuales son intervenciones quirúrgicas que controlan el crecimiento de las uñas, es preciso entender que las uñas les permiten defenderse de sus agresores y treparse a los árboles, y además, esas intervenciones son muy dolorosas.
Por lo tanto, educa a tus mascotas con un arañador desde pequeños, el cual puede ser un tronco o un poste especial, y arréglales las garras cada quince días con un corta uñas especial.