en Gatos
Aguda o crónica, según sea su duración, la insuficiencia renal es una enfermedad frecuente en gatos. Afecta a la capacidad de los riñones para desempeñar correctamente sus funciones. Prevenirla y detectarla a tiempo es fundamental para controlarla y aumentar así la esperanza y calidad de vida de nuestros queridos felinos.
Deficiencia renal aguda y crónica
Si bien la insuficiencia renal crónica es más frecuente en gatos ancianos, los felinos jóvenes pueden sufrirla por múltiples motivos: defectos congénitos, traumatismos, envenenamiento, infecciones, obstrucción arterial renal, anomalías congénitas, insuficiencia cardiaca, etc.
Ante la enfermedad renal, las partes sanas de los riñones aumentan su eficacia para compensar el equilibrio funcional perdido; cuando, con el tiempo, se pierde este equilibrio, aparece la sintomatología propia de la deficiencia renal crónica.
Los gatos pueden presentar dos tipos de deficiencia renal: aguda y crónica.
- 1. Deficiencia renal aguda
- 2. Deficiencia renal crónica
Es habitual que, en felinos, la causa provenga de diversas infecciones o también por haber ingerido sustancias tóxicas. Hablamos de una incapacidad puntual y repentina de los riñones para realizar de manera correcta sus funciones.
Por suerte, los gatos que en algún momento sufren deficiencia renal aguda, pueden recuperarse si el trastorno se detecta y se trata a tiempo.
A diferencia de la deficiencia renal aguda, que aparece súbitamente, el fallo renal crónico tiene un transcurso lento y progresivo. El hecho de que esta patología afecte sobre todo a felinos ancianos tiene su explicación en el paulatino deterioro que, con la edad, sufren los riñones y sus partes funcionales.
Aunque su origen es a menudo incierto, los especialistas apuntan a causas que van desde las infecciones hasta los tumores.
En estos casos, la enfermedad no tiene cura pero sí es posible retrasarla y paliar sus efectos: con un tratamiento que puede incluir fármacos específicos para controlar la hipertensión o anemia; fluidoterapia, para atajar la deshidratación y los desfases de electrolitos; así como una alimentación especial.
Riñones, órganos vitales y laboriosos
Los riñones son órganos vitales que trabajan incesantemente y realizan diversas funciones esenciales:
- Limpian la sangre de toxinas.
- Regulan el contenido de ácido de la sangre.
- Producen hormonas esenciales, como la eritropoyetina, que estimulan la creación de glóbulos rojos por la médula ósea.
- Regulan el nivel de agua y electrolitos en el organismo.
- Controlan la presión arterial.
Desafortunadamente, y tal como apuntábamos en nuestro post “Problemas renales en nuestras mascotas”, la incidencia de la insuficiencia renal felina es considerable: uno de cada tres gatos con más de 10 años, sufre trastornos renales.
Prevención
Como se ha dicho, hablamos de una patología propia de los felinos de edad avanzada. Por ello, la prevención por excelencia son los chequeos periódicos de orina y sangre, a partir de los 8 años de edad.
Mediante los chequeos, el veterinario puede observar si existe un aumento de creatinina en sangre. El incremento de urea en la orina, acompañado de una baja densidad de la misma, es también un indicador de insuficiencia renal.
Síntomas del fallo renal en gatos
Hemos avanzado que la insuficiencia renal crónica es una enfermedad silenciosa, de progresión lenta, cuyos síntomas suelen aparecer tiempo después de que el riñón comience su deterioro.
Indudablemente, la precocidad en su detección cuenta a nuestro favor, por eso debemos estar atentos a los síntomas.
Las señales incipientes más habituales son:
- Exceso de orina –poliuria–
- Necesidad constante de beber agua –polidipsia–
A medida que la patología avanza:
- Falta de apetito
- Pérdida de peso
- Descenso de la actividad –letargia–
- Somnolencia
- Depresión
- Debilidad
- Halitosis
- Úlceras bucales
Con el paso del tiempo, se produce un deterioro que hace empeorar los síntomas iniciales:
- Deshidratación
- Pelaje desmejorado
- Ojos hundidos
- Sequedad de las mucosas
- Vómitos
- Diarrea
- Trastornos nerviosos graves
Puesto que el riñón realiza diversas funciones, también pueden aparecer otras complicaciones asociadas:
- Niveles bajos de potasio en la sangre
- Alta concentración de fósforo
- Acidosis
- Hipertensión
- Anemia
En ningún caso se debe privar de agua a un felino que orina mucho ya que podría deshidratarse; recuerda que el gato debe tener siempre agua limpia y fresca a su disposición en su bebedero.
Diagnóstico de la enfermedad renal
Diagnosticar la insuficiencia renal lo antes posible es esencial para aumentar la efectividad de los tratamientos. Para ello, el veterinario suele solicitar una muestra de orina y una analítica de sangre.
Mediante el análisis de la orina estudiará si existen alteraciones, como un grado de concentración anormal, disminución proteínica o infecciones ocultas.
Puesto que el cúmulo de toxinas puede desencadenar una reacción que afecte a diversos órganos y sistemas, con un análisis de sangre exhaustivo, el médico comprobará el estado de otros órganos vitales y zonas, además del riñón.
La importancia de la dieta
Cuando se trata de retrasar la evolución de los trastornos renales en felinos, la dieta cumple un papel significativo. Las diferentes marcas de alimentación para felinos, ofrecen piensos pensando en estas patologías.
Tan fácil como seguir las siguientes recomendaciones…
- Reducir la ingesta de proteínas, sal y fósforo.
- Garantizar la correcta hidratación.
- Ofrecer una dieta con una adecuada proporción de comida húmeda.
- El pienso seco debe mezclarse con alimento húmedo en lata para asegurar un óptimo nivel de hidratación.
Ten presente que es el veterinario quien te indicará la dieta especial que debe seguir tu gato y la forma de introducirla, de manera gradual, hasta que se acostumbre a ella. Una estrategia habitual, consiste en mezclar la comida nueva con la anterior e ir aumentando poco a poco la cantidad.
Aunque este proceso puede tardar un par de meses, sólo es cuestión de paciencia; la alimentación específica es esencial para la salud y bienestar de tu felino.
Por otro lado, es mejor evitar las golosinas pero si quieres darle un premio a tu gato, ofrécele alguno que se incluya en la alimentación especial para felinos con problemas renales. La salud de tu animal también ganará si, en lugar de darle de comer grandes cantidades, dos veces al día, optas por repartir el alimento en mayor número de tomas.
Por último, en los casos de insuficiencia renal felina, queremos recalcar la importancia del tratamiento y cuidados apropiados ya que son esenciales para retardar la evolución de la dolencia y mejorar la calidad de vida de nuestros mininos.
¿Te ha parecido interesante este post? ¡Compártelo!