Muchas veces en el caso de perros que han sido adoptados y no sabes muy bien cómo ha sido su vida anterior existe una gran posibilidad de que el paseo vaya asociado con algún trauma, y sienta miedo. En este tipo de casos debes tener paciencia, darle mucho amor y poco a a poco educarle y enseñarle que contigo la vida es diferente y que cada paseo irá lleno de diversión y seguridad. También hay perros que sienten temor por los ruidos de la calle, del tráfico, de los niños, entre otros estímulos excitantes. Este miedo puede ser tratado con calma, cariño y refuerzos positivos.
Y recuerda que en ningún caso debes quitar la correa a tu perro, porque ese temor puede hacer que su vida corra peligro. Una de las últimas opciones por las que tu perro no quiere caminar puede que se deba a algún problema de salud. Puede que se haya lesionado, y que el dolor que sufre en músculos o articulaciones le impida caminar. En ese caso lleva a tu perro inmediatamente al veterinario para que lo trate y ponga solución a su problema.